lunes, 20 de mayo de 2019

Reflexiones finales sobre la evaluación

Esta entrada se publica como parte del trabajo final para el curso "Estrategias de evaluación para el aula". En ella, trataré de recoger algunos aprendizajes que he incorporado como resultado del trabajo en estos meses.

El curso me ha hecho pensar mucho acerca de mi propia práctica docente, y acerca del modo en que llevamos a cabo la evaluación. Como comenté en mi primera entrada, soy profesora primeriza, y algunas de estas ideas ya venían rondando por mi cabeza a lo largo de mi corta experiencia en las aulas. 

¿Una evaluación para aprender?

Una de las cuestiones centrales que me rondaba por la cabeza desde el inicio del curso es cómo lograr integrar en nuestra práctica docente la evaluación de manera que ésta sea un paso más de los procesos de enseñanza-aprendizaje. A fin de cuentas ¿cómo llevar a cabo una "evaluación para aprender"? 

Mi preocupación principal es la de conseguir que la evaluación no sea un momento de "poder" del profesorado sobre el alumnado, y sobre todo lograr que ésta se convierta en un momento formativo en sí mismo. 

Técnicas y herramientas de evaluación

Para mí, lo más provechoso del curso ha sido todo lo que he aprendido acerca de las técnicas y herramientas de evaluación apropiadas para llevar a cabo una evaluación para aprender. Se trata de un bagaje que pretendo incorporar a mi práctica docente 

¡Existe (mucha) vida más allá del examen!

Elaboración de una tarea integrada

El curso utiliza una metodología muy coherente: hemos "aprendido haciendo" en todo momento. A lo largo de todo su desarrollo, hemos realizado una tarea integrada para llevar a cabo la evaluación de nuestros alumnos y alumnas. Personalmente, ello me ha resultado muy provechoso. Pretendo utilizar mi propia tarea integrada en mi aula (elaboración por el alumnado de escenas de teatro sobre derechos laborales).

Aquí dejo un enlace a la ficha de la tarea integrada que he realizado a lo largo del curso.

Por lo demás, creo que ha sido especialmente interesante la experiencia de coevaluación que hemos realizado. Es muy cierto que las personas aprendemos por imitación. Por mi parte, la experiencia me ha permitido darme cuenta de la utilidad de la evaluación entre compañeros. Observar y evaluar el trabajo de los demás nos permite ver nuestros propios fallos y darnos cuenta de en qué podemos mejorar. Además, la retroalimentación de los y las compañeras ha sido muy provechosa.

En definitiva...

Estoy ilusionada con los aprendizajes obtenidos con esta experiencia. Tengo muchas ganas de aplicar lo que he aprendido estos meses, y de seguir contando cuáles son los resultados.